Llega el buen tiempo, y con él comenzamos a ir a la playa y a la piscina, pero… ¿qué pasa con nuestras joyas? ¿Has notado que se han estropeado después del verano? Si eres de las que llevan joyas a todas partes… ¡voy a contarte todo lo que necesitas saber!
Riesgos
Aquí podéis ver el el riesgo que tiene cada tipo de joya al llevarla a la playa. Las menos recomendadas son, sin duda las que tienen un baño, en este caso plata bañada en oro, los baños de oro deben cuidarse para que duren lo máximo posible. Más adelante te cuento como…
Plata de ley
La plata de ley (sin baño) no tiene un riesgo tan alto de que se estropeen como las bañadas… pero puede oscurecerse, perder su brillo o rallarse. Les afecta la arena, la sal y los bronceadores.
Joyas con baños
Como dijimos antes, los baños hay que cuidarlos, pero en caso de que se nos vayan, siempre puedes llevarlo a tu joyería de confianza para darle otro baño y ¡Cómo nuevas!
Consejo: Evita cremas, perfumes y otros químicos.
Resina
La resina es a la que menos afecta la playa , ¡pero cuidado! También las piezas pueden arañarse con la arena y quizás se puede amarillear un poco por el sol y el calor….
Si has llegado hasta aquí habrás visto que llevar las joyas al mar o piscina no es muy recomendable, la sal corroe los metales, además de la alta probabilidad de perderlas.
Si igualmente quieres completar tu look playero con ellas, te recomendamos lavarlas bien al llegar a casa con agua tibia y un cepillo de dientes, para quitarles los restos de crema, sal y arena que puedan quedarles.
Ya es demasiado tarde y se han estropeado…
Existen remedios caseros para limpiar las joyas, y líquidos específicos para ello que en unos segundos las dejaran como nuevas, nosotros tenemos estos botes disponibles por 4,00€.
Si están demasiado estropeadas y nada las arregla, puedes llevarla a tu joyería de confianza y te darán una solución, y si no, siempre puedes consultarnos, estaremos encantadas de ayudarte.
Lo bueno que tienen los metales preciosos es que siempre tienen arreglo 😉